MEDITACIÓN 18

LA FELICIDAD: objetivo final de todos nuestros objetivos.

<< Érase un viejo profesor de filosofía que el primer día de clase, tras presentarse e intercambiar unas palabras y gestos de acercamiento hacia sus nuevos alumnos, les pregunto:

–  ¿Por qué queréis estudiar filosofía?

Uno de los alumnos, tras pedir permiso y ponerse en pie, respondió:

– Yo, porque pienso que es importante para mi formación, y además para aprobar el curso.

– Y… para qué quieres lo que dices querer – repreguntó el profesor.

– Para ir a la universidad -contesto el joven.

– Y con qué finalidad -volvió a preguntar el viejo maestro.

– Pues para licenciarme en derecho –respondió el estudiante.  El filósofo, tras escuchar con atención cada una de las respuestas, repetía la misma pregunta. Ante lo cual el alumno iba dando respuestas como: porque así tendré una buena posición social y situación económica, podré viajar, comprar cosas como un coche y una casa, podré casarme y formar una familia, tener hijos y darles una buena educación… Así hasta que, tras el último por qué, el joven dio la última respuesta: porque quiero ser feliz.

Tras esta lacónica y concluyente afirmación, se produjo en el aula un profundo silencio al comprobar que, en realidad, todo lo que el alumno había dicho que quería alcanzar, tan solo eran objetivos secundarios, transitorios, pues su objetivo último, definitivo y real era el de: ser feliz >>.

Si el objetivo final de todos nuestros objetivos es la felicidad, ¿por qué buscarla a través de objetivos intermedios que, además, son tan endebles que como vienen se van? ¿Por qué no hacer de la felicidad nuestro principal objetivo, y una vez alcanzado encaminarnos hacia todos los demás?

Como nos dice San Mateo 6-33: “encuentra primero el cielo, y lo demás te vendrá por añadidura”. Cielo, que es sinónimo de estado de gracia, felicidad o consciencia.  Cielo que está en nuestro interior, no depende del exterior y se experimenta en función de cómo percibamos, interpretemos y respondamos ante las circunstancias de la vida. Una elección que está en nuestras manos.

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Gracias.

Comentarios 5

  • Importante recordatorio y más, en éstos momentos. Qué bonito ha sido también leer el pasaje bíblico.
    Jo!!! GRACIAS!!!!

  • Bonita reflexión como siempre Jose y Violeta. Más que de acuerdo. El momento de ser feliz es aquí y ahora. Vivir con consciencia el momento presente.

    Es muy habitual no vivir el presente y enfocar nuestras acciones al futuro. Lo único que tenemos es el aquí y ahora y tenemos que aprender a vivirlo con presencia. Respirar este momento con agradecimiento. Nada es permanente. Todo cambia. Vivir el presente sin apego ni aversión ese es nuestro sadhana. Quizá esta sea la clave de la felicidad como lo enseña el budismo.

  • Así es. Pero no nos damos cuenta. Vivimos corriendo y siempre a la espera de algo: vacaciones, Navidad etc, y mientras por el camino nos vamos perdiendo todo. Muchas gracias ?

  • Muchas gracias por esta preciosa entrada. Quería compartir que Mateo es un libro lleno de sabiduría, y verdaderamente nos hace cuestionar cosas de nuestro comportamiento y prioridades en la vida.

    Solo quería aportar; el contexto entero del capítulo de Mateo 6, que es precioso, y también partes de Mateo 15:

    Mateo 6:
    24 «Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá al uno y amará al otro, o se dedicará al uno y menospreciará al otro.

    No podéis servir a Dios y a las riquezas.

    25 «Por tanto os digo:

    No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

    26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta.

    ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas?

    27 ¿Quién de vosotros podrá, por más que se afane, añadir a su estatura un codo?

    28 ¿Por qué os afanáis por el vestido? Mirad los lirios del campo, cómo crecen. Ellos no trabajan ni hilan;

    29 pero os digo que ni aun Salomón (*), con toda su gloria, fue vestido como uno de ellos.
    30 Si Dios viste así la hierba del campo, que hoy está y mañana es echada en el horno, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe?

    31 «Por tanto, no os afanéis diciendo: ‘¿Qué comeremos?’ o ‘¿Qué beberemos?’ o ‘¿Con qué nos cubriremos?’

    32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas, pero vuestro Padre que está en los cielos sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.

    33 Más bien, buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

    34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal.

    Mateo 15:
    11 Lo que entra en la boca no contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.
    12 Entonces se acercaron los discípulos y le dijeron: –¿Sabes que los fariseos se ofendieron al oír esas palabras?

    13 Pero él respondió y dijo: –Toda planta que no plantó mi Padre celestial será desarraigada.

    14 Dejadlos. Son ciegos guías de ciegos. Pero si el ciego guía al ciego, ambos caerán en el hoyo.

    15 Respondió Pedro y le dijo: –Explícanos esta parábola.

    16 Jesús dijo: –¿También vosotros carecéis de entendimiento?

    17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al estómago y sale a la letrina?

    18 Pero lo que sale de la boca viene del corazón, y eso contamina al hombre.

    19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las inmoralidades sexuales, los robos, los falsos testimonios y las blasfemias.

    20 Estas cosas son las que contaminan al hombre, pero el comer sin lavarse las manos no contamina al hombre.

    21 Cuando Jesús salió de allí, se fue a las regiones de Tiro y de Sidón.(…)
    29 Cuando Jesús partió de allí, fue junto al mar de Galilea, y subiendo al monte se sentó allí.(…)
    30 Entonces se acercaron a él grandes multitudes que tenían consigo cojos, ciegos, mancos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a los pies de Jesús, y él los sanó;
    31 de manera que la gente se maravillaba al ver a los mudos hablar, a los mancos sanos, a los cojos andar y a los ciegos ver. Y glorificaban al Dios de Israel.
    32 Jesús llamó a sus discípulos y dijo: –Tengo compasión de la multitud, porque ya hace tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen en el camino.
    33 Entonces sus discípulos le dijeron: –¿De dónde conseguiremos nosotros tantos panes en un lugar desierto, como para saciar a una multitud tan grande?
    34 Jesús les dijo: –¿Cuántos panes tenéis? Ellos dijeron: –Siete, y unos pocos pescaditos.
    35 Entonces él mandó a la multitud que se recostase sobre la tierra.
    36 Tomó los siete panes y los pescaditos, y habiendo dado gracias los partió e iba dando a los discípulos, y los discípulos a las multitudes.
    37 Todos comieron y se saciaron, y recogieron siete cestas llenas de lo que sobró de los pedazos.
    38 Los que comían eran cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.(**)

    (**) Está es la segunda vez que hay un registro histórico de como Dios, es proveedor de alimento. El alimento, se refiere a su presencia: misericordia, amor, paz, los cuales de identifican como “los frutos del Espíritu”. Los milagros de todo tipo solo fueron consecuencia de ese amor, a ese amor, seguía la plenitud, a la plenitud la liberación del mal; a la liberación del mal, la felicidad, y al llegar la felicidad ya un hombre o mujer nueva sanado por dentro y fuera. Esta es una reflexión que nos regala Mateo 6 y 15 entre muchas riquezas más.

    (*) el templo de Salomón aún puede visitarse en Israel y Cisjordania, en Jerusalén, también conocido como el “Muro de las Lamentaciones “.

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