PROGRAMA de MEDITACIÓN

La felicidad plena y permanente es anhelada por todos, pero por muy pocos alcanzada. ¿Es quizás una utopía inalcanzable para la mayoría? Buda, entre otros seres iluminados, nos demuestra que no. Que el cerebro humano está capacitado para establecerse en estado de felicidad. Afirmación ésta corroborada por la ciencia actual al comprobar que los estados de felicidad y sufrimiento se generan y se perciben en el cerebro, cuya plasticidad hace que esté constantemente modificándose en función de la información que recibe. De tal manera que la información recibida determina su configuración, su percepción de la realidad y, en consecuencia, de la felicidad y del sufrimiento.

Esta evidencia, constatada en la India desde hace más de tres milenios -según muestran los textos védicos-, es lo que hace posible a la meditación.

Pero… ¿qué es la meditación?

La meditación es un método de conocimiento, autoconocimiento y autorreprogamación mental.  Un método de discernimiento entre lo aparente y lo Real para conocer así que la naturaleza esencial de los seres, las cosas, los acontecimientos y las circunstancias es la no-dualidad (según el Advaita Vedanta) o la vacuidad (según el Budismo). Y, al mismo tiempo es un método de autoconocimiento necesario para poder autorreprogramar la mente, con la finalidad de erradicar su sufrimiento endógeno. Sufrimiento  generado por los pensamientos, emociones y actos aflictivos producidos a su vez por la interpretación errónea que la mente hace de la realidad.

La meditación es sin duda alguna el mejor antídoto conocido contra la aflicción de la naturaleza humana. Por lo que el fruto de la meditación es la desaparición de esas emociones, pensamientos y actos de naturaleza dolorosa que alberga la mente humana. De tal manera que cuando la mente se libera de ello, entonces, se experimenta la vacuidad budista o la no-dualidad vedantista que es un estado de “felicidad real, plena y permanente”.

Las primeras referencias históricas sobre la meditación aparecen en India hace 3500 años. Su objetivo era el de desvelar el complejo mundo interior mediante prácticas de autoconocimiento. Desde entonces, el estudio y la práctica de esta disciplina es parte esencial de todas las filosofías Indias.

El interés de Occidente por el pensamiento indio y por la meditación en particular comienza tímidamente hace tan solo un siglo. Siendo en las tres últimas décadas cuando su práctica se ha popularizado tan aprisa que, con frecuencia, ni se enseña ni se comprende bien.

Para aprender a meditar se requiere: tener interés, conocimiento adecuado y práctica correcta. Por ello, en la escuela Ananda entendemos que una buena metodología de enseñanza debe estar enfocada a:

1º. Motivar: para despertar y mantener vivo el interés por la meditación.

2º. Enseñar: para comprender qué es exactamente la meditación, por qué o para qué meditar y cómo meditar.

3º. Practicar: para que el conocimiento adquirido fructifique.

Nuestras clases de meditación están diseñadas en función de estos tres objetivos. Clases dirigidas a cualquier persona que realmente tenga interés en conocer y practicar meditación. Por lo que se requiere tener práctica. Es más, la experiencia nos dice que suele ser mejor no tenerla para así no tener que corregir los frecuentes hábitos erróneos de quiénes la tienen.

PROGRAMA:

1º. Prácticas preliminares.

  • Desconexión sensorial mediante la abstracción (Pratiahara).
  • Relajación concentrativa.
  • Respiración concentrativa.  
  • Ejercicios facilitadores de la postura de meditación.
  • Consejos útiles para la meditación.
  • La observación y la atención como base de la meditación.

2º. Meditación concentrativa o estabilizadora de la mente.

  • Objetos de meditación concentrativa.
  • Meditación concentrativa en un punto u objeto fijo: interno, externo, concreto y abstracto.
  • Meditación concentrativa sin objeto: observación de los movimientos mentales.
  • Meditación sensoria: auditiva, visual y olfativa.
  • Meditación mántrica.
  • Obstáculos de la meditación concentrativa y remedios para superarlos.

3º. Meditación penetrante (analítica o de visión superior) en la esencia del objeto de la meditación concentrativa.

  • Unificación entre meditación penetrante y concentrativa.
  • Meditación penetrante o analítica sobre:
  • Emociones y sentimientos:
    • Aflictivos: envidia, ira, miedo, tristeza, rabia, celos, culpa y frustración.
    • Gozosos: alegría, amor, esperanza, compasión, bondad, respeto, empatía, generosidad y resiliencia.
  • La excepcionalidad de la vida humana.
  • La ecuanimidad.
  • El sufrimiento.
  • La naturaleza ilusoria de la mente.
  • La impermanencia.  
  • La ilusoriedad del yo.
  • La aceptación de lo inevitable.
  • La vacuidad.
  • La no-dualidad.
  • La realidad última.  
  • Meditación devocional.
  • Meditación visualizadora.

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