Con frecuencia, y especialmente en estas fechas, se le pide a Dios que arregle este mundo lleno de egoísmo y sufrimiento. Mi madre, sin ir más lejos, en su bendición diaria de la mesa siempre pide “pan para quien tiene hambre y hambre de su justicia para quienes tenemos pan”. Pedimos sin percatarnos que los seres humanos, a diferencia del resto de seres vivos, hemos sido obsequiados con el excepcional privilegio tanto de poder arreglar el mundo como también de estropear. Hemos sido agraciados porque venimos a este mundo con los dones más valiosos que existen en el vasto universo del que formamos parte: inteligencia para comprender, libertad para elegir, voluntad para hacer y manos para, finalmente, llevarlo a cabo.
Ayer, a dos días de terminar el año e iniciar otro nuevo, escuché a firmar a un científico que “el mundo, si no cambia de rumbo, se dirige hacia un inevitable precipicio y a toda velocidad”. Un pronóstico realmente penoso que me indujo a pensar. Pensar que lo que llamamos mundo, no es sino el conjunto de todos y cada uno de los seres que lo habitan. Y que yo soy uno de esos seres, porque en la actualidad lo estoy habitando. Por lo tanto, yo soy parte del mundo. Es más, yo soy el mundo; pues sin mí estaría incompleto. Una evidencia que conlleva que: lo que yo pienso, siento, digo y hago; es en realidad el mundo quien lo piensa, siente, dice y hace.
No tiene pues sentido fijarme en lo que el mundo hace por mí, sino en lo que yo hago por él; que en realidad soy yo. Por lo que lo que al mundo hago, a mí me lo hago. Y así me convierto, como San Francisco de Asís, en un artesano de la paz haciendo que:
Donde haya odio, yo ponga amor.
Donde haya ofensa, yo ponga perdón.
Donde haya discordia, yo ponga unión.
Donde haya falsedad, yo ponga verdad.
Donde haya injusticia, yo ponga justicia.
Donde haya desesperación, yo ponga esperanza.
Donde haya tristeza, yo ponga alegría.
Donde haya oscuridad, yo ponga luz.
No buscando tanto ser consolado, como consolar.
Ser comprendido, como comprender.
Ser amado, como amar.
Recibir, como dar.
Pues dando, recibo.
Perdonando, me perdono.
No centrándome mí, me encuentro.
Muriendo mi ego, yo vivo.
Puedo pensar que San Francisco de Asís fue un iluso soñador. Pero, como dice John Lennon, no es el único. Y tiene la esperanza de que un día yo me una, para hacer que el mundo sea solo uno.
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He sido alumna en Ananda durante una década y, aunque ahora por circunstancias no puedo ir, mi opinión sobre esta escuela es ¡excelente!
Gracias. Yo también os deseo un muy feliz año.
Gracias. Yo también os deseo un muy feliz año nuevo
Muchas gracias!!!
Yo también os deseo un feliz año 2023. Y gracias por todo.
Gracias y feliz año nuevo
Un abrazo Jose y Violeta. Feliz 2023. Siempre tan inspiradores. Es verdad que según el hinduismo estamos en Kali Yuga, la época de disolución del mundo tal y como lo conocemos. Una época en la que solo hay un 25% de Dharma. Es la época que nos ha tocado vivir en este devenir del cosmos. Espero ser parte de ese pequeño porcentaje de esta era que aporta luz, consuelo, esperanza. Vosotros sois para mi esa parte del mundo que sigue el Dharma, que predica con el ejemplo. Que tengáis un 2023 dichoso y que sigamos siendo testigos de vuestro ejemplo. Un abrazo 🤗.
Como dice Hari Dasa de Krishnakali ashram, cuando más sudes en tiempos de paz, menos sudarás en tiempos de guerra. Así que a sudar en la esterilla para cuando nos haga falta sacar fuerzas 😊🧘♀️
Qué acertada reflexión. El mundo cambia si uno cambia, el mundo mejora si uno mejora tanto para sí como para el resto de seres humanos. Qué difícil es concienciar al resto del mundo de todo esto y que sencillo es intentarlo y aplicarlo.
Feliz año 2023 a todos.
El amor intenso no mide, simplemente se da…
GRACIAS qmigos de corazón
por esta preciosa reflexión.
Dando ,recibo.
Perdonando ,me perdono.
No centrándome en mi, me encuentro.
Muriendo mi ego, Yo vivo.
Feliz y próspero año 2023
ABRAZO OM.
Buenos días, me parece una buena reflexión, que yo tengo que llevar a cabo, estamos cansados de malas noticias, cuando hay tantas buenas noticias, yo, voy a ser parte de estas últimas.
Feliz viaje en el 2023.
Gracias por acordaros de nosotros. Os llevo en el corazón. Mil besos
Muchísimas gracias, el mejor de los mensajes para comenzar un nuevo año.
Un abrazo, Rebeca.
La realidad de la vida.
Feliz 2023 Familia. Gracias por vuestras reflexiones, para mi son ciertas todas ellas. Tenemos en nuestras manos conseguir la felicidad, en este mundo.
Un besazo de nuestra familia.
Muchas gracias Jose, por abrir nuestros corazones y nuestras mentes.
Feliz año para todos