TERAPIAS PARA EL DOLOR DE ESPALDA

Para combatir el dolor de espalda, en la actualidad, hay infinidad de terapias. La mayoría de ellas nunca se han estudiado científicamente; y, de las estudiadas, muy pocas han demostrado ser verdaderamente eficaces. Aun así, sin que existan datos objetivos que las avalen, son demandadas por millones de personas en todo el mundo.

La Agency for Healthcare Research and Quality  (agencia del gobierno norteamericano para la investigación enfocada a mejorar la salud de la sociedad americana mediante el desarrollo de Informes basados en la evidencia científica) acaba de publicar un estudio  sobre el efecto de los tratamientos (no farmacológicos ni invasivos) para el dolor crónico (el que dura más de tres meses) de las zonas cervical y lumbar. Para ello se han analizado 77 estudios clínicos sobre la aflicción lumbar y 27 sobre la cervical.

Las conclusiones de este estudio son suficientes para formular recomendaciones (favorables y desfavorables) respecto a ciertas terapias analizadas.

A continuación mostramos las conclusiones de este estudio sobre la eficacia de algunos procedimientos, no farmacológicos y no invasivos, para el tratamiento del dolor lumbar crónico:

  • Ultrasonidos: No se ha constatado que los ultrasonidos mejoren el dolor ni el grado de discapacidad.
  • Corrientes interferenciales: No se ha constatado certeza de que produzca mejoras ni sobre el dolor no sobre la incapacidad.
  • Láser de baja energía: El nivel de certeza sobre los beneficios de esta práctica es muy bajo.
  • Manipulación vertebral: No produce mejoras en la intensidad del dolor ni en el grado de discapacidad.
  • Masaje. Mejora el dolor y el grado de discapacidad a corto pero no a medio plazo.
  • El ejercicio físico: Mejora el dolor lumbar crónico y el grado de incapacidad a corto plazo. Se requiere mantener en el tiempo la realización del ejercicio para no perder sus efectos positivos.
  • Acupuntura. Produce pequeñas mejorías en la intensidad del dolor y en el grado de incapacidad, pero solo a corto plazo.
  • Tratamientos psicológicos. Produce pequeñas mejoras en la intensidad del dolor y el grado de discapacidad a corto y medio plazo.
  • Meditación: Produce una pequeña mejoría en la intensidad del dolor y no se han constatado efectos sobre al grado de discapacidad.
  • Yoga. El yoga, en comparación con otros tratamientos,  mejora más la intensidad del dolor y el grado de incapacidad tanto a corto como a medio plazo.

Estos estudios no evalúan los efectos en el caso de mantener los tratamientos en el tiempo.

Para ver más información útil pincha aquí.

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Comentarios 4

  • Gracias por el resumen.
    Desde mi experiencia con el dolor lumbar la práctica de yoga a diario y después del ejercicio físico me ha ayudado a disminuir el dolor notablemente. La osteopatía ha sido un gran aliado y la corrección postural la clave. La meditación además ayuda a reflexionar sobre por qué se produce un dolor y qué podemos hacer para solucionarlo o minimizarlo.

  • Muchas gracias Jose y Violeta, siempre pensando en todos.
    Un abrazo muy fuerte de Ángel y Begoña

  • Gracias, José y Violeta, deseo que estéis bien.
    En mi caso, tanto durante el anterior confinamiento como en el semiconfinamiento actual, es la práctica de yoga la que alivia mi dolor crónico cervical, la que disminuye mis contracturas de la espalda.
    Para mí, en estas circunstancias, el yoga es mi tabla de salvación, antes lo combinaba con natación de espalda, pero ahora no es posible.
    Gracias por las herramientas que nos habéis enseñado para cuidar nuestra salud física y emocional.

  • No conozco la mayoría de los tratamientos mencionados. Sin embargo conozco bien el yoga
    Y a mi me ha ayudado tanto físicamente como psicológica ente.
    Paz y Amor entre los hombres

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