EJERCICIO PARA EL CUELLO

La zona cervical es la parte más móvil de toda la columna vertebral. Es lógico que así sea si tenemos en cuenta que sobre ella está la cabeza con los órganos sensoriales de los cuales ha dependido nuestra supervivencia como especie.

Sin embargo en la actualidad tal movilidad no es requerida para sobrevivir, pues no estamos amenazados por predadores que puedan atacarnos. Hoy en día, a diferencia de sus antepasados, podemos cubrir nuestras necesidades sin apenas tener que mover la zona cervical y, por principio básico de la naturaleza, lo que la vida no obliga tiende a no hacerse.

Así es como el tipo de vida actual conlleva, sin apenas darnos cuenta, una gran disminución de la movilidad cervical. Los músculos pierden su natural y necesaria flexibilidad, tono y fuerza para mantener su correcta funcionalidad. Esto, entre otros muchos efectos produce deformación estructural cervical. Una concatenación de causas y efectos malsanos que deriva en dolor, pérdida de salud y, en definitiva, calidad de vida. Hasta tal punto que el dolor de cuello y espalda es la causa que más consultas médicas conlleva en nuestra sociedad. Casi el 100% de las personas sufre de ello alguna vez a lo largo de su vida.

Por todo esto, dado que el tipo de vida que llevamos es nocivo para la salud del cuello, es de sentido común el hacer ejercicio compensatorio “adecuado” y suficiente. Remarcamos la palabra “adecuado” porque con mucha frecuencia los ejercicios de cuello, que son tan populares, no se hacen bien. Por ello debemos saber cómo hacerlos y prestar mucha atención para no errar. Pues los errores suelen ser perniciosos para la salud.

EJERCICIO

Punto de partida obligado para todos los movimientos:

• Sentado o en pie con la cabeza erguida, hombros relajados y quietos y el tronco derecho e inmóvil.
• Cabeza sin desplazarse hacia delante ni inclinarse hacia atrás.
• Movimientos moderadamente lentos, de velocidad uniforme y coordinados con la respiración.

Movimiento anteroposterior.

• Espirando inclinar la cabeza hacia delante (sin desplazarla).
• Inspirando elevar la cabeza, estirarla hacia el cielo, desplazarla hacia atrás y, sin forzar, hacer el gesto de flexionarla.

Movimiento lateral.

• Espirando inclinar hacia la izquierda (sin desplazarla al frente) e inspirando hacia la vertical.
• Lo mismo hacia el otro lado.

Movimiento de torsión.

• Espirando girar la cabeza hacia la izquierda e inspirando hacia el frente.
• Lo mismo hacia el otro lado.

Movimiento de circunducción.

• Esperando inclinar la cabeza al frente e inspirando girar hacia la izquierda y a la vertical.
• Espirando girar hacia la derecha y hacia delante.
• Cambiar el sentido repitiendo lo mismo.

Hacer 10 rondas completas con cada uno de los cuatro movimientos.