Hace un par de días me encontré con un viejo conocido que hacía tiempo que no veía. Tras saludarnos comprobé al instante que se sentía muy contento y eufórico. Enseguida me desveló el motivo: acababa de enterarse de que había ganado un premio de una lotería a la que periódicamente jugaba.
Tras felicitarle por su buena suerte y charlar un rato, finalmente nos despedirnos. Yo continué mi camino pensando lo felices que nos sentimos cuando la vida nos sonríe con gratas sorpresas semejantes a la que acabo de comentar. Gustosas sorpresas que siendo posibles son poco probables. Esto me indujo a pensar por qué no sentimos, al menos esa misma felicidad, cada mañana al despertarnos y comprobar la incomparable suerte de poder gozar de un nuevo día. Por qué no sentimos la misma alegría cuando al mirarnos al espejo constatamos el increíble milagro de ser lo que somos, estar donde estamos y tener lo que tenemos. Por qué siendo infinitamente más valioso no nos llena de igual gozo el inmenso regalo de poder respirar, ver, oír o andar. El sin igual obsequio de poder crear, soñar y amar.
Qué mayor premio puede tocarnos que el de tener conciencia de nuestra propia existencia. Si sentimos alegría cada vez que la suerte nos sonríe en nuestro vivir cotidiano, cuánto más no deberíamos alegrarnos con cada latido de nuestro corazón.
Mientras reflexionaba sobre todo esto me vino a la memoria una bonita historia hinduista que dice así:
En el hinduismo, aquello que es originario de todo, que es autocausado, autodependiente y autocontrolado; y que además es omnipotente, omnipresente y omnisciente se le denomina Brahman. Cuando Brahman se manifiesta en forma de materia, espacio, tiempo y energía -o sea como universo- se denomina Brahma.
Brahma es pues lo que crea el universo. Universo que lleva implícito la capacidad de generar vida, desde la más simple hasta la más compleja como es la humana. Según la tradición hindú Brahma culmina la obra de la creación cósmica creando vida autoconsciente. Así aparece el ser humano primigenio llamado Manu.
Brahma quiso que los seres humanos valorársenos el privilegio de ser los únicos seres con conciencia de todo el vasto cosmos. Para ello hizo que la probabilidad de aparecer como ser pensante fuese extremadamente pequeña y su permanencia extremadamente breve. Brahma determinó así que la posibilidad de encarnación humana sería la misma que tendría una tortuga que, viviendo en el fondo del mar, salirse a la superficie a respirar una vez cada millón de años y, al hacerlo, metiese la cabeza en una corona de madera de sándalo que el Creador dejó flotando a la deriva entre mares y océanos.
Nuestro maestro interior nos dice que no hay mayor lotería que pueda tocarnos que la de haber nacido. Una suerte que a ti a mi nos ha tocado. Es el mayor regalo que se puede obtener. Y tú y yo lo hemos recibido.
Cuando las adversidades nos alcancen, la mente se nos nuble y nos sintamos asediados por la tristeza, la ira y el sufrimiento, acordémonos de que un día, tras una eternidad de tiempo, la tortuga divina salió a respirar y, por increíble azar cósmico, metió su cabeza en la corona de Brahma y, con esa misma probabilidad, tanto tú como yo nacimos un día en este paraíso único en el cual tenemos la inmensa fortuna de permanecer durante un efímero tiempo. Recuerda constantemente que haber nacido como ser consciente es el máximo galardón que puede obtenerse en este infinito universo. Todo lo demás es nada, comparado con ello. Interiorizar esta realidad nos induce a vivir en estado de felicidad plena y permanente. Y siendo felices contribuiremos a que los demás también lo sean.
Escribe tu reflexión sobre el mensaje de este cuento en el recuadro que hay más abajo. Gracias.
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Una muy interesante reflexión. Gracias.
Muy, muy interesante para reflexionar. Muchas gracias
Excelente reflexión. Muchísimas gracias.
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Qué cierto es y qué poco conscientes somos de ello.
una fabulosa reflexión que nos ayuda a valorar la vida por encima de todo lo demás.
Gracias Jose y Violeta. Un comentario muy bonito e interesante.
Un artículo precioso. Gracias
Esta meditación que habeis puesto me ha hecho reflexionar mucho. Gracias por vuestro trabajo
Una preciosa reflexión que nos ayudará a no quejarnos tanto.
Le he pasado esta reflexión a una amiga que está pasando por momentos bajos. La ha encontrado muy util y me ha dado las gracias para vosotros.
Muy, muy interesante para tenerlo presente en todo momento.
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Me ha encantado esta nueva meditación. La he leido en casa con la familia pues creo que es muy util.
Una muy buena reflexión que nos enseña a valorar más la vida.
Ciertamente. Nacer es la mayor lotería que nos ha tocado.
Muchas gracias. Una reflexión muy interesante para meditar sobre ella.
Que cierto es. Siendo la vida lo más importante que tenemos, qué poco conscientes somos de ello.
Hola pareja! Qué ganas de volver a veros! Muchas gracias por tenernos tan bien informados, y además poder disfrutar de la paz, tranquilidad y relajación que transmiten vuestros bonitos e interesantes relatos, con música y vuestra voz. Intentaré levantarme todas las mañanas, agradecer y recordar, qué es y cómo está hecho, el ser humano. Un abrazo Nos vemos pronto!
Gracias por estar ahí a los dos. Vuestros mensajes nos traen paz y nos recuerdan esos maravillosos momentos de relajación en la escuela.
La vida es un regalo. A menudo nos olvidamos de agradecer todos los días la oportunidad de vivir el día de hoy. De tener salud, de vivir en un estado con paz, el tener un techo, una ropa, poder comer y descansar. Más en estos días donde vemos a diario que muchas personas pierden la vida, la salud, el empleo, donde hay conflictos bélicos y personas que no tienen de nada como los refugiados (podríamos ser ellos perfectamente, no son tan diferentes a nosotros).
Tenemos que agradecer más porque estos regalos no los tienen muchas, muchas personas en el mundo. Somos muy afortunados con lo ordinario que no sabemos apreciar.
En la filosofía hindú que contempla la existencia actual como parte del ciclo de Samsāra, nacimiento, vida, muerte y encarnación, se considera una enorme suerte la reencarnación tras este ciclo vital en otra existencia humana. Siento esto muy poco probable y habiendo acumulado acciones karmicas, en el ciclo actual.
A pesar de considerar que la existencia es sufrimiento se considera la vida un regalo. Agradezco la vida, agradezco lo que me ofrece, soy feliz con lo que tengo y soy consciente de mi fortuna. Agradezco el yoga que nos enseña a agradecer. A ver lo divino en mi interior y en el interior de los demás del cual formamos parte porque somos uno. Om shanti shanti shanti ?
Casi siempre se recibe lo que se da. Si das cariño, recibes cariño y si sonríes, te sonríen. Es cierto; pero a veces nos ocurre que por una situación anímica negativa, sin realmente quererlo, transmitimos negatividad. Por ello, cuando estamos disgustados o enfadados, mejor decirlo en lugar de esconderlo.
Buenos días a todos, amigos.
Repetimos tópicos, vacíos de significado, continuamente y cuando oímos de tu voz la verdadera dicha de la vida que nos posee y que hace palidecer cualquier lotería o situación circunstancial que nos toca es cuando percibimos la grandeza, lo incomparable de lo que somos. Gracias, José, porque hay que sentirlo para saberlo expresar.
Om Jose y Violeta, preciosa historia, me encantó. Creo que una de las claves de la felicidad reside en la gratitud. Son los pensamientos automáticos, los que nos alejan de la conciencia, así que pienso que estaría bien instaurar el hábito de cada mañana agradecer en voz alta, con el poder de la palabra, todo lo que tenemos y la suerte de ser seres conscientes, namaste