Shirshásana (shirsha = cabeza y ásana = postura) o postura sobre la cabeza es considerada en el mundo del yoga como la reina de las ásanas. Hasta el punto de que si hubiese que elegir una única postura para practicar, ésta sería la elegida.
Es una de las pocas posturas que siendo importante no es accesible para mucha gente; pues se pueden producir lesiones, sobre todo hasta que se domina bien durante su aprendizaje. Además está contraindicada para personas con problemas de la columna cervical, de hipertensión, de retina, aneurisma etc.
Efectos beneficiosos de shirshásana.
- La postura sobre la cabeza, al igual que la de sobre los hombros, es una posición invertida; por lo que incide muy beneficiosamente en la circulación venosa de la parte baja del cuerpo (piernas y abdomen) y en la circulación arterial de la parte alta (pulmones y cabeza).
- Los órganos y vísceras del abdomen, comprimidos por la gravedad al estar sentados o en pie, se descongestionan al invertir el cuerpo. Así la circulación sanguínea ralentizada se activa intensamente.
- Se estimula la espiración profunda; produciéndose un vaciado pulmonar más intenso gracias a la presión que recibe el diafragma por parte del peso de la masa abdominal.
- La inversión obliga a la columna vertebral a reposicionarse correctamente, semejante a cuando se camina con varios libros sobre la cabeza como hacen en la escuela de modelismo.
- Se produce una gran activación de la circulación arterial en la masa encefálica; que es la parte más vascularizada de todo el cuerpo, por lo que al invertirlo se produce un gran aflujo sanguíneo. Sangre cargada de oxígeno y nutrientes vitales para la actividad de las casi cien mil millones de células que alberga el cráneo; incluidas las células responsables de nuestros pensamientos, sentimientos y emociones.
- Efectos semejantes se producen en los ojos, oídos, en la piel del rostro y en el cuero cabelludo de donde la raíz del pelo obtiene los nutrientes.
Realización de shirshásana.
Exceptuando los problemas físicos que desaconsejan practicar esta postura, el mayor problema para hacerla suele ser el miedo a caerse y hacerse daño. Para quién no puede superar el miedo está la alternativa de la postura sobre los hombros o incluso la tabla inversora (Fig. 3).
- Aconsejamos que esta postura sea aprendida bajo la tutela de un maestro.
- No usar la violencia ni la fuerza bruta para ejecutarla.
- Practicarla en medio de una habitación alejándose de paredes y muebles.
- Si al practicar te caes hacia delante, encógete y rueda como para hacer volteretas punto nunca caer con la espalda plana.
- Poner los antebrazos sobre una colchoneta, con los dedos entrelazados, haciendo un triángulo equilátero. Un trípode sobre el cual recae el peso del tronco.
- En el vértice superior del triángulo colocar la cabeza, la parte anterior del cráneo (donde se pone el rodete sobre el cual se llevan los cántaros de agua). Las manos hacen de cuña para que no ruede la cabeza.
- Una vez apoyada la cabeza y los antebrazos (que son quienes reciben el peso del tronco), con las rodillas estiradas acercar los pies al rostro lo más posible.
- Levantar un pie del suelo para pegar la pierna al abdomen. Impulsarse con la otra pierna haciendo que ambas piernas queden elevadas mientras permanecen flexionadas en rodillas y caderas.
- Una vez arriba estirar las caderas y después las rodillas hasta alcanzar la completa verticalidad de todo el cuerpo, permaneciendo en equilibrio y con el mínimo de tensión posible.
- Al terminar, para bajar, doblar las rodillas, luego las caderas y por último poner un pie en el suelo y luego el otro.
- Permanecer unos segundos en el suelo con un puño sobre otro y la frente apoyada encima.
- Sentarse y hacer los ejercicios de cuello descritos aquí.
Muchas gracias por la interesantísima información que semanalmente ponéis en la web.
Gracias Violeta y José por acordaros de nosotros. Bonita asana. Para mi una de las más bonitas porque requiere esfuerzo, concertación, amor. No es para todos los niveles ni para todos los cuerpos. Ya lo explicáis bien en clase.
Se me ocurre terminar el comentario con unas reflexiones que hace Swami Sivananda en su diálogo con Siva
Deléitate en el bien.
Decídete a caminar por la senda espiritual.
Ten paciencia.
Ve despacio. Ve hacia adelante. Se cuidadoso. Afírmate. Reconócete.
Experimenta: Yo soy el Alma Inmortal.
Esta es la disciplina.
Ese es el mensaje de Siva.
Me gustó sobre todo el consejo de tener paciencia, ir despacio, ve adelante, se cuidadoso, afírmate, reconócete.
Cada asana es una herramienta para dirigir nuestros sentidos hacia adentro, aquietar nuestra mente, concentrar la mente en ese objeto con una respiración normal relajada para ver dentro, para llegar a ese espacio de no mente, de ananda, dicha, felicidad.
Poco a poco con la ayuda de los profesores intentaremos seguir avanzando en este maravilloso camino que es el yoga.
Deseo a todos y todas que tengáis un feliz verano ?
Gracias Jose. La postura sobre la cabeza no la he practicado nunca. Sí la postura sobre los hombros. Intentaré practicarla esta semana y te cuento. Me gustan mucho las explicaciones de los beneficios de las ásanas. Gracias por tus enseñanzas Jose.